25.7.11

Hubo un tiempo en el que era un poco difícil.
Tiempo atrás, a veces, lo pasaba mal.
Me preguntaba, con todo aquel asunto, si me querías.
Dudaba, por tus sentimientos, si me valorabas.



Entonces llegaste tú y tendiste una manta en el suelo del salón, con una vela roja como única fuente de luz. Que hacía aún más brillante tu mirada eléctrica.
Entonces llegaste, con tu cara de niña que crece muy rápido, y me susurraste al oído que soy el amor de tu vida.
Y me haciste el amor sin soltarte un sólo segundo de mi abrazo.
Y yo lloraba, despacito...

Gracias.

No hay comentarios:

Publicar un comentario