Antes de que nos diéramos cuenta sucedió. Mientras buscábamos escusas para mirarnos a los ojos. Mientras tratábamos de apartar el amor a pequeños soplidos para que no desbordara en el pecho aquella noche de caricias necesarias.
Sucedió.
Se acababa el verano, y me encontré respirándote sólo a ti.
No hay comentarios:
Publicar un comentario