21.7.12

"Espera un momento, ...

... quiero contarte que me calmas. Antes de que hables, es necesario decírtelo para que entiendas por que te busco y te miro así. Me das paz, tranquilidad. Me subo al coche y esa media sonrisa adormilada que ofreces a todas horas me hace sentir como en casa. Te pones las gafas de sol violetas y las detesto con todas mis fuerzas, pero ese gesto de echarte el pelo hacia atrás probablemente me roba el aliento. Pero sobretodo es tu voz. Ese tono pausado, calmado y a mil años luz de mí que hace balancearme sobre las puntillas con una sonrisa colgada de los labios. Tu voz, sin duda. Es que me calmas. Me calmas, me calmas tanto... Es como si supiera que hay demasiado detrás de tu tono de voz tenue como para pensar en lo que hay tras mis silencios. Porque también me intrigas, sí. Y tenía que decírtelo. Debía decírtelo. Y ahora arranca de una vez el coche y falla intentando poner la música que me gusta, pero no me digas nada. Déjame hablar a mí. Déjame contarte que eres mi paz... Y luego ya hagamos como si no nos miráramos a media luz"

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