
¿Sabes?
Por una vez me gustaría que me miraras como a ellos. Como a ellas.
No hablo de amor, ya sabes.
No me malinterpretes, adoro tu mirada cuando te enterneces y tus ojos, cuando te arranco suspiros, me vuelven loca...
Es sólo que no sé quién brillará por mí cuando se disuelva el oro de tus pestañas.
Y ni entonces me mirarás así.
No me refiero al amor...